Historia del Hórreo Asturiano

Los primeros hórreos asturianos están documentados a finales del
siglo XVII en los concejos de Cangas de Narcea e Ibias. Estos
hórreos son llamados “Canastos” por su forma circular y por su
entretejido de varas (madera fina, larga y flexible) normalmente de
avellano.

Este tipo de construcción sirve de granero para la conservación de las pequeñas cosechas (maíz, habas, escanda) estas construcciones “Orrios” tenían la cubierta vegetal seca, que podías comparar las “escobas” o ramas secas que se aplican también a otra construcción asturiana conservadas hasta la actualidad de la zona de Somiedo llamados “Teitos” pues las dos construcciones asturianas “Canastos” y “Teitos” comparten techumbres comunes “cubiertas vegetales secas” o “escobas”.

Por eso los pocos “Hórreos Canastos” que se conservan están en los concejos de Somiedo, Cangas de Narcea, Degaña, Ibias, Grandas de Salime y los Oscos.
Con el paso de los años el Hórreo Asturiano va evolucionando hacia una planta cuadrada, realizada de en madera, con cubierta a cuatro aguas y levantados sobre cuatro pilares llamados “pegollos” que podían ser de madera, piedra, incluso de pizarra.

Canasto con cubierta vegetal. Hórreo asturiano más primitivo